lunes, 8 de agosto de 2011

Sexo, tu nombre es delicia


Sexo. Dulce sexo. Eres tabú para muchos y dicha para otros. Sexo, te han censurado, te han sacado del habla común, te han prohibido en las escuelas, te han relacionado con lo prohibido. Sexo, te han colocado en un pedestal, han sido hipócritas contigo. Han dicho que eres el pecado mortal, la encarnación de la tentación, la atrocidad más grande.
Sexo, todos te critican, todos te juzgan; sin embargo, a la final todos  se rendirán ante ti. En el fondo todos se mueren por probarte, por experimentarte, por  sentirte, todos te desean. Eres un pecado y un milagro para muchos; para mí, eres exquisito.
 En mi opinión eres el causante de todo lo grandioso que existe, unes más que cuerpos, unes corazones. Sexo, todo aquel que te experimente sabrá que no miento. Eres capaz despertar de pasiones inimaginables, capaz de sacar el instinto que habita en todos nosotros.
Gracias a ti veré a mis hijos crecer, gracias a ti me convertiré en padre y en abuelo también. Eres grandioso ¿Lo sabías? Lamento no poder serte fiel segundo a segundo, la verdad, es que debo cubrir con distintas telas mi cuerpo porque me muero de la vergüenza. Sexo, me enseñaron a tener pudor de mi propio cuerpo, me dijeron que era algo impuro. Yo solía andar por la vida desnudo, aquellos días estaban llenos de felicidad. Sexo, nunca dejare de creer que eres belleza, que eres mágico. Sexo, gracias por ser tan delicioso. 

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