El nombre es la ilusión de la vida. Yo no tengo nombre. Conseguí mi libertad. El nombre representa lo limitado. El nombre, en medio de su trascendencia, puede ser recordado u olvidado. El nombre es aquello que quiere acumular posesiones. El nombre quiere cambiar de vida. El nombre desea soñar y despertar sin cuerpo. El nombre tiene su fuente en las personas que lo rodean, tiene miedo a quedarse solo. El nombre es aquello que ha vivido la agresión desde las dos caras de la moneda. El nombre busca pertenecer. El nombre siente el dolor. El nombre siente la ansiedad. El nombre siente la desesperación. El nombre tiene miedo a renunciar. El nombre tiene miedo al silencio. El nombre es reputación. El nombre es supervivencia. El nombre vive en el mundo de lo relativo. Es solo una apreciación de la mente. El nombre está diseñado por ti y para ti. El nombre es perfección.
Una vez leí, que la sensación de satisfacción, es acorde a las expectativas, algunas personas quieren transcender, ser famosos, otros hasta pequeños dioses, al final tenemos que conformarnos, con sólo ser, he disfrutado tu poesía, felicitaciones
ResponderEliminarsaludos
Gracias por esas palabras... Significa mucho para mi.
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