miércoles, 31 de agosto de 2011

Tengo un corazón de tinta


Mi corazón es de tinta. Se desborda si te acercas demasiado.
Él solo registra tus palabras. 
Dime lo que quieras.
Dime lo que sientas. 
Seré transparente, no puedo sentir dolor. 
Te veo y me reconozco. 
Te veo y pareces un niño asustado.
Me recuerdas una imagen perdida a grandes rasgos. 
No tengas miedo. 
No te haré daño.
El dolor se ha ido;
lo dejé libre para que se consumiese.
  
Ahora puedo amarte. 

lunes, 29 de agosto de 2011

Etiqueta común



El nombre es la ilusión de la vida. Yo no tengo nombre. Conseguí mi libertad. El nombre representa lo limitado. El nombre, en medio de su trascendencia, puede ser recordado u olvidado.  El nombre es aquello que quiere acumular posesiones. El nombre quiere cambiar de vida. El nombre desea soñar y despertar sin cuerpo. El nombre tiene su fuente en las personas que lo rodean, tiene miedo a quedarse solo. El nombre es aquello que ha vivido la agresión desde las dos caras de la moneda. El nombre busca pertenecer. El nombre siente el dolor. El nombre siente la ansiedad. El nombre siente la desesperación. El nombre tiene miedo a renunciar. El nombre tiene miedo al silencio. El nombre es reputación. El nombre es supervivencia. El nombre vive en el mundo de lo relativo. Es solo una apreciación de la mente. El nombre está diseñado por ti y para ti. El nombre es perfección. 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Un querer desmedido


Quiero que sepas que mi corazón es demasiado grande
Quiero que sepas que tú eres yo
Quiero que sepas que nunca te dejaré solo
Quiero que sepas que nunca he sido más feliz
Quiero que sepas que estoy aquí para ti
Quiero que sepas que la inspiración viene y va pero yo me quedo contigo
Quiero que sepas que el día en que te juzgue es solo mi ego hablando
Quiero que sepas que estas palabras están siendo acompañadas por lágrimas
Quiero que sepas que mi grandeza es tu grandeza
Quiero que sepas que está bien amar a más de una persona al mismo tiempo
Quiero que sepas que los sentimientos son el lenguaje del alma
Quiero que sepas que está bien sentir confusión en la vida
Quiero que sepas que es posible ver más allá
Quiero que sepas que siempre serás niño por dentro

martes, 16 de agosto de 2011

Un segundo suspiro




El fin de la vida, he oído exclamar a mucha gente. Yo prefiero llamarle un segundo suspiro. Al trascender lo físico se genera un proceso de creación tan hermoso que escapa de nuestra imaginación. Dicha infinita es lo que le espera, a cualquiera ser, del otro lado del escenario, cuando se apagan la luces y dejas de actuar, cuando decides que es hora de quitarte la máscara. El resultado será el mismo para todos los seres vivos, sin importar que papel hayan jugado en esta vida, sin importar la calidad de su actuación, sin importar si se perdieron o no en su papel, después de todo es parte de la ilusión.

 La entidad que experimenta la “muerte”, es capaz de ser consciente, de cualquier tipo de creación, como realidades alternas, mundos de ensueño, lo imposible se vuelve cotidiano. El tiempo deja de percibirse como una estructura lineal y la libertad se adueña de nuestra experiencia.  Es una experiencia llena de creación, tan real como el día a día, tan real como el escritor que crea una historia, como el actor que se desdobla para darle vida a un personaje, como el compositor que crea una estrofa musical, como el vientre materno que desarrolla  una nuevo milagro. La creación es tan cierta que solemos negarla, negamos ese poder mágico que alberga en cada uno de nosotros, negamos que somos los creadores de nuestra historia, de nuestra pequeña obra. Eres libre de aceptar lo que eres, eres libre de hacer lo que te plazca, eres libre de ser o de no ser, eres libertad plena, eres amor.


lunes, 8 de agosto de 2011

Sexo, tu nombre es delicia


Sexo. Dulce sexo. Eres tabú para muchos y dicha para otros. Sexo, te han censurado, te han sacado del habla común, te han prohibido en las escuelas, te han relacionado con lo prohibido. Sexo, te han colocado en un pedestal, han sido hipócritas contigo. Han dicho que eres el pecado mortal, la encarnación de la tentación, la atrocidad más grande.
Sexo, todos te critican, todos te juzgan; sin embargo, a la final todos  se rendirán ante ti. En el fondo todos se mueren por probarte, por experimentarte, por  sentirte, todos te desean. Eres un pecado y un milagro para muchos; para mí, eres exquisito.
 En mi opinión eres el causante de todo lo grandioso que existe, unes más que cuerpos, unes corazones. Sexo, todo aquel que te experimente sabrá que no miento. Eres capaz despertar de pasiones inimaginables, capaz de sacar el instinto que habita en todos nosotros.
Gracias a ti veré a mis hijos crecer, gracias a ti me convertiré en padre y en abuelo también. Eres grandioso ¿Lo sabías? Lamento no poder serte fiel segundo a segundo, la verdad, es que debo cubrir con distintas telas mi cuerpo porque me muero de la vergüenza. Sexo, me enseñaron a tener pudor de mi propio cuerpo, me dijeron que era algo impuro. Yo solía andar por la vida desnudo, aquellos días estaban llenos de felicidad. Sexo, nunca dejare de creer que eres belleza, que eres mágico. Sexo, gracias por ser tan delicioso. 

sábado, 6 de agosto de 2011

Una mente saturada


Lo único que quiero es paz. Es lo que siempre he querido. Es lo único que he querido en realidad.
No me importa mucho alguna otra cosa, lo que quiero es descansar. Descansar de tanta tragedia, de tanto mito, de tanto alboroto, de tanto odio.
Me miro en el espejo buscándome. Buscando la respuesta a mi eterna pregunta “¿Quién Soy?”. Yo sé cual es la respuesta, se quien soy, pero sencillamente no lo creo posible. No quiero creerlo. No me da la gana de creerlo. Es demasiado bueno para ser verdad. Si lo creo, todo termina, no más drama, no más lucha, el sentido mismo de la vida seria consumado. Pero, ¿Será cierto? ¿Sera cierto que yo soy eso? No lo sé, ¿como podría saberlo? ¿Cómo podría saber  lo que es real? ¿Cómo? Nacemos sin memoria, sin recuerdos de quienes somos o de que venimos a hacer aquí. Tengo una corazonada. De vez en cuando tengo una corazonada. La tuve cuando escribí este texto.  Haré algo distinto, seré algo distinto, iré contra la corriente. Las personas que me conozcan sabrán que soy un rebelde. Un rebelde sano que solo trata de hallar su lugar fuera de la sociedad –si, ajeno a ésta- donde nadie pueda lastimar a este corazón que no aguanta más dolor. A este corazón que está a punto de desgarrase por tanto sufrimiento ajeno. Quizá deba ver más allá. Quizá deba ver la belleza y la perfección dentro del tumulto. Quizá deba quedarme y ver la perfección en mi vida, en este momento, en el ahora o quizá deba marcharme y no volver. Marcharme a un lugar remoto donde nadie pueda encontrarme, un lugar  donde nadie pueda herirme, un lugar fuera de este mundo, un lugar al que solo yo puedo entrar, un lugar llamado hogar.