jueves, 20 de octubre de 2011

No me dejes caer


Caminaba de un lado a otro
esperando la próxima
 compañía.
Compañía sucia;
compañía  al fin.
Su sexo seguía
con el mismo
calor de la mañana;
20 hombres no podrían
quitarle
lo mujer.
Algunos pagaban
 por hablar,
otros por sostener un
corazón en el suelo.
Ella solo observaba,
los veía pasar,
en un vaivén
por su cuerpo.  

6 comentarios:

  1. A veces el cliente busca compañía, no solo el desahogo físico... me gustó tu escrito.
    Buen finde.

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  2. El cliente queda satisfecho pero queda la duda en que pasa con quien brinda el servicio, saludos desde mi querida Guatemala

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  3. Muy interesante. Me gusto. Un placer seguirte.Te envío un fraternal saludo deseándote un bonito domingo

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  4. Interesante, sensible, me gusta.

    Entra a mi blog si quieres:

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    Saludos

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